Según la compañía canadiense, el atasco de datos que provocó el fallo se originó en otro error en un conmutador en uno de los servidores europeos de la empresa, presumiblemente el de Reino Unido. El problema es que también dejó de funcionar el sistema de reserva que salta cuando el principal falla. Una cadena de acontecimientos que podría hacer saltar la imagen de seguridad y la reputación de una marca, que, al revés que otras compañías, no depende del operador para manejas envíos y entregas de datos, sino que los comprime y encripta antes de enviarlos a los terminales.