Según la compañía canadiense, el atasco de datos que provocó el fallo se originó en otro error en un conmutador en uno de los servidores europeos de la empresa, presumiblemente el de Reino Unido. El problema es que también dejó de funcionar el sistema de reserva que salta cuando el principal falla. Una cadena de acontecimientos que podría hacer saltar la imagen de seguridad y la reputación de una marca, que, al revés que otras compañías, no depende del operador para manejas envíos y entregas de datos, sino que los comprime y encripta antes de enviarlos a los terminales.
Esta puede ser la puntilla para RIM, cuyas acciones cayeron casi un 4% en la Bolsa de Toronto, empeorando el ya lamentable dato del año, que sitúa las pérdidas de los canadienses en más del 50%. El fallo se suma, sin duda, a la precaria situación de RIM, que ha visto como sus BlackBerrys se han dejado en el camino una más que considerable cuota de mercado, por culpa de los móviles con el sistema Android, desarrollado por Google, y el iPhone de Apple.
Un iPhone que ha causado el pánico entre los usuarios después de que millones de usuarios registraran, al intentar actualizar el sistema iOS5, el 'Error 3200'. En Twitter, algunos se lo tomaban con humor, asumiendo que, después de los usuarios de BlackBerry ahora les tocaba a ellos quedarse sin servicio. Pero en esta ocasión, no ha sido un atasco de datos, sino una petición masiva de actualizaciones. Apple ya ha dado una solución para solucionar el fallo.