Las redes Wi-Fi ayudan a que cualquier dispositivo con conexión inalámbrica pueda conectarse a Internet sin necesidad de estar atado a un cable como los teléfonos inteligentes, las computadoras, las tabletas, entre otros.
Con las redes tradicionales que utilizan el cableado como medio de conexión se les hace bien difícil a alguien poder robar tu ancho de banda, todo lo contrario con las señales inalámbricas donde no sabes si un vecino está utilizando tu servicio sin autorización. Este tipo de práctica lleva el nombre de piggybacking y es mala por tres razones: