El Departamento de Energía del Laboratorio Nacional Argonne en los suburbios de Chicago, es el hogar de la nueva supercomputadora, la más rápida y más eficiente del país, llamada MIRA.
Pero a pesar de estos nuevos equipos, algunos legisladores están preocupados por la actual posición de Estados Unidos en la carrera internacional de supercomputación, un campo que ha dominado durante décadas.
“Una máquina como esta nos permite comenzar a resolver problemas complejos, y me refiero a problemas que tienen muchas partes móviles," dijo Eric Isaacs, director de Agonne, sobre la nueva supercomputadora.
Cuando comenzó la construcción y el montaje de MIRA, se esperaba que se convirtiera en el tercer equipo más rápido del planeta, con una velocidad aproximada de 10 petaflops, una unidad que se utiliza para medir la velocidad de los ordenadores.
“Eso es 10 billones de operaciones por segundo. Algo muy rápido”, explicó Isaacs. Pero no lo suficientemente rápido como para mantenerse en la cima.
"La computadora más rápida del mundo está en China", dijo Isaacs. Una situación que preocupa a algunos senadores como Dick Durbin, quien acusó al Congreso de empantanar la financiación del desarrollo tecnológico del país bajo la política de la reducción del déficit del país.
“Ellos saben cuál es el costo, pero no saben el valor”, dijo Durbin. “Realmente tenemos que educar a los miembros del Congreso. El desarrollo tecnológico es realmente clave para la competitividad de Estados Unidos y de una gran cantidad de avances que beneficiarán a todo el mundo. "
Aunque MIRA no es la computadora más rápida, puede jactarse de ser la más ecológica. El aire alrededor de los procesadores dentro de la máquina se enfría usando agua fría gracias a los tubos de cobre que reemplazan a los tradicionales ventiladores, lo que también reduce la cantidad de ruido que genera.
