Las aeronaves teledirigidas o "drones" han ayudado en el rescate de excursionistas en problemas, en labores de contención de incendios forestales y en la recopilación de información en accidentes nucleares. Uno ayudó a un barco petrolero ruso a abrirse camino por el hielo ártico para llevar petróleo a una comunidad de Alaska que había quedado incomunicada.
Estos aviones y helicópteros controlados a distancia podrían tener muchos más usos pacíficos, pero enfrentan un problema de imagen: Son más conocidas por su uso militar, sobre todo con la palabra "drones".